Músico trujillano Laudelino Mejías

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Laudelino Mejías

Eximio artista trujillano


     Emblemática figura de las letras y de la música.


     La exaltación de la magna representatividad que descolla de tan insigne y emblemática figura de las letras y de la música, cuya gloria es la misma que envuelve a nuestra tierra con sus hermosas montañas engendradoras de sueños, es quizá el mayor regalo que podemos darnos, quienes nos ocupamos de dar a conocer el misterio gentil que nutre a los hijos de Trujillo.

  Ritmo mágico de delicado encanto.


    El nombre inmarcesible de Laudelino Mejías a 112 años de su nacimiento, cuya obra musical es permanente enseñanza, está sembrado en el corazón de todos sus coterráneos dentro y fuera de su tierra natal con el delicado encanto de la música de sus valses, ritmo mágico que penetra en el alma cuando se escucha: “Vuelo de Ángel, Imposible, Sueño de Artista, La Voz del Corazón, Murmullo del Castan”  y tantas otras páginas populares que perduran  en el pentagrama de su corazón de artista y sobre todo aquel vals que reina en el silencio “Conticinio” nuestro Segundo Himno Regional con el que conquista el afecto y la devoción de sus paisanos.

   Apoteósico y egregio destino musical.


      La divina providencia le asignó su apoteósico y egregio destino musical resumiendo en su nombre el símbolo del arte y de los triunfos; laúd  que significa instrumento popular de cuerdas pulsadas y laude que equivale aplausos. el maestro   Laudelino Mejías, nació en la parroquia Chiquinquirá del municipio Trujillo el 29 de agosto de 1893 hijo del Bachiller Aparicio Lugo, destacado músico trujillano, sucesor en la dirección de la Filarmónica de Trujillo del Padre Esteban Razquin, de la cual nuestro eximio maestro también fue director a los 19 años de edad en 1912, hoy la historia le ha recompensado, honrando con su nombre a esa corporación musical Banda de Conciertos Laudelino Mejías, así como a nuestra Principal Avenida, la Escuela Técnica Industrial y el más amplio y majestuoso salón del Ateneo de Trujillo.

Trujillano de alma romántica y de pensamiento mágico.


     El tránsito de su ejemplar vida ciudadana lo llevó a presidir el Consejo Municipal de Trujillo y el Ateneo de la Ciudad Capital, así como hacer distinguido con insignes condecoraciones de instituciones culturales, políticas y sociales de su tierra y más allá de ella. Laudelino Mejías muere en caracas el 30 de noviembre de 1963 a los 70 años de edad, dejando como herencia el cultivo perenne de su sentimiento con su exquisita y enamorada pluma de finos versos llenos de belleza lírica.

Publicado el viernes 26 de agosto de 2005 en mi columna Semblanza Trujillana  en la página Ciudad Capital del Diario de los Andes-Valera.

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