Músico trujillano. Oscar Martínez
Pentagrama nutrido de ejemplo.
La actividad creativa ha sido una característica que ha distinguido a los trujillanos de todos los tiempos, esa cualidad innata, se ha convertido en la aureola de quienes destinados a engrandecer nuestro orgullo y gentilicio pueblerino, escogen un camino de expresión de su talento por el que transitan hasta llegar a los más altos sitiales dentro del corazón de sus paisanos.
Tal es el caso del poeta, compositor, músico y mágico Serenatero “Oscar Martínez” nacido en nuestro suelo trujillano el año 1911, quien consagró 63 años de su existencia al engrandecimiento de nuestro patrimonio cultural, no era de esperar menos de él, pues su natural apego a la música tuvo como guía al esclarecido músico trujillano Laudelino Mejías y Antonio Berti.
Uno de los mejores músicos trujillanos de los años 30.
Su amor a la tierra que lo vio nacer y a su familia de origen modesto a quien entregó su trabajo para la subsistencia, junto a su pasión musical lo llevaron a convertirse en uno de los mejores músicos trujillanos en los años 30 y genuino profesional del pentagrama, transitando de mágico ejecutante del requinto y el clarinete a laureado compositor alcanzando premios a nivel nacional, como docente de la Escuela de Música Francisco Esteban Razquin contribuyó a la formación de brillantes músicos trujillanos.
Figura de referencia en el ámbito musical trujillano.
Aunque no alcanzó título académico, sus grandes dotes lo convirtieron en una figura de referencia en el ámbito musical trujillano como ínclito ejecutante, compositor y docente. Como corolario vale decir, que “Oscar Martínez” se mantuvo unido a su pueblo y a su gente en medio de floridos arpegios de su otro yo “el clarinete” con el que surcó el sentimiento de tantos corazones en las noches del romántico Trujillo de los años 30.
Cuando más esplendida lucía su carrera musical. En mayo de 1974 tristemente para nosotros los trujillanos dejo este suelo el maestro Oscar Martínez, legándonos el perfume de su inspiración y el pentagrama nutrido de su ejemplo.
Publicado el viernes 26 de mayo de 2006 en mi columna Semblanza Trujillana en la página Ciudad Capital del Diario de los Andes-Valera.
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