Francisco Óscar Salazar
Un ejemplo para nuestros periodistas
He dispuesto hacer unas remembranzas del Trujillo que enhorabuena vio llegar a uno de los hombre que dentro del género periodístico, supo ganarse el cariño de cuantos le conocimos con su vocación seria y natural, con su denuedo tenaz y con su elevada mística y profesionalismo, me refiero a Francisco Óscar Salazar.
Traía consigo los atentos modales de un cortés caballero.
Cuando la ciudad de Trujillo se encaminada temerosa y remisa a las exigencias de la modernidad y con celoso valor resguardaba aquellas inveteradas costumbres pueblerinas, que la han distinguido, vio llegar desde la hermana República de Colombia a nuestro sempiterno amigo Francisco Óscar Salazar, él traía consigo los atentos modales de un cortés caballero, atributo natural que le permitía expresar francamente el respeto afectuoso hacia los demás como un trujillano más. En su afable y agradable trato era ajeno de tutear a otros, pues siempre trataba sencillamente de “usted” o “su merced” esta última forma de trato la obvió luego, a lo mejor para no herir nuestras costumbres.
Forjó su vida personal y profesional con el carácter del trujillano.
Nuestro pueblo, honrando las palabras del poeta y periodista Samuel Barreto Peña “en Trujillo lo decimos con orgullo, que ningún forastero extraña el ambiente familiar ni siente nostalgia por su país de origen, la lumbre de nuestros fogones esta siempre ardiendo para dar calor al que llega y su mesa está dispuesta en todo momento hacer compartida con el huésped, no como un favor que se presta, sino como honor que se recibe”, así pues, Trujillo honroso abrió sus brazos y acogió benevolentemente a Francisco Óscar Salazar y él en actitud respetuosa y de vivo agradecimiento forjó humildemente su vida personal y profesional identificándose religiosamente con el carácter del trujillano, e hizo de nuestra ciudad su segunda y última tierra.
Poseía de manera innata un sano y buen humor.
Francisco Óscar Salazar, aparte de ser un ciudadano disciplinado y laborioso, con un sentido alto y noble de dignidad, poseía de manera innata un sano y buen humor, que lo realzaba con amigables chanzas, como una recogida simpática y elocuentemente, por nuestro amigo el Profesor y poeta Heraclio Valera en su libro “La Botija” referida a las huelgas en la Escuela Técnica Industrial (ETI) “Laudelino Mejías”. Estas amables cualidades, le granjearon indefectiblemente el cultivo de fraternas amistades dentro de todos los círculos sociales, a quienes trataba sin distingos, igual era amigo de Miguel Maldonado como tan amigo era del señor que vendía flores en la esquina de Calle Carrillo con Avenida Independencia, trataba con el mismo cariño a Don Pancho Briceño como al poeta Antonio Rincón Echeverría. Por solo decir de sus vecinos más cercanos al sitio donde vio por mucho tiempo en el cual también tenía una modesta librería la “Librería Selección” allí muchos de mi generación acudimos a leer los títulos de libros, otros leer un buen libro y escuchar sus respetables consejos y prudentes lecciones.
Mantuvo una vida social muy activa.
Francisco Óscar Salazar. Mantuvo una vida social muy activa que le mereció formar parte de instituciones benéficas importantes de Trujillo tales como: Rotary Club Trujillo, la Asociación Amigos de Trujillo, la asociación de Scouts, la Cruz Roja, y por la naturaleza de su trabajo al Colegio Nacional de Periodistas y recibió además del reconocimiento humano de su gente, numerosas y honrosas distinciones de instituciones públicas y privadas que ilustraron gloriosamente su afecto y cariño por Trujillo.
Divulgador serio de nuestros valores morales.
Su trabajo siempre estuvo dedicado a la divulgación seria de nuestros sagrados valores morales, adornados con su humildad y respeto afectuoso a la dignidad de los demás, hecho con lenguaje cálido y culto, nutrido de consejos para quienes lo escuchaban por Radio Trujillo am 1280 en su programa matutino que condujo hasta su muerte ¿Cómo Amaneció Trujillo Hoy? que lo catapultó laudablemente. Así también, en las páginas del Diario el Tiempo sus reseñas noticiosas eran cotidianamente nuestra mira para conocer tempranamente los sucesos o acontecimientos de nuestro pueblo trujillano.
Un ejemplo sano y un modelo imperecedero.
La estela brillante que en el tránsito airoso de su carrera periodística, supo sembrar con el estilo más humilde y cabal nuestro amigo Francisco Óscar Salazar, es sin lugar a equivocarse, un ejemplo verdaderamente sano y un modelo imperecedero y digno de imitar por quienes hacen hoy del honroso trabajo periodístico su apasionada profesión, pues él supo con su valor humano, su vocación desinteresada enrumbarse sin vanidad y sin presunciones en los pedestales más distinguidos de un ejercicio tan delicado e importante, demostrando que haciendo periodismo se hacen buenos amigos y muchos ahijados, que fue una de las características más resaltantes de Francisco Óscar Salazar.
Publicado el viernes 24 de junio de 2005 en mi columna Semblanza Trujillana en la página Ciudad Capital del Diario de los Andes-Valera.
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